El cuento aparece en la mesa
junto a una tarta de cumpleaños,
un día cualquiera de invierno,
como un regalo más.
El cuento esconde una moraleja,
oculta tras las imagenes y las
palabras, como el principio de
una gran amistad.
Las viñetas rememoran escenas
cotidianas de un pasado lleno de
monotonía, ternura y complicidad.
El cuento se convierte en el preludio
de una aventura literaria en la que
el alma se expresa a través de las
palabras.
La historia del cuento sacude la
memoria inconsciente de una
psique adormilada que despierta
para narrar todo aquello que el
alma encerrada quiere expresar.