Mi corazón anhela sentir, emocionarse,
reir y llorar pero sobre todo amar.
En la quietud del alba mi corazón implora
bañarse en las refrescantes aguas de los
sentimientos para concluir al atardecer con
el calor de una mano amiga de otro corazón
errante con el que compartir un pedazo de
eternidad y un instante de amistad.
Cúan afortunado es áquel corazón sincero
y valiente que siente y se deja sentir sin
importar si es amor, lujuria o amistad, sin
importar si es correspondido o si le abandonaran.
Un corazón que ama jamás puede fracasar.