Regreso al origen del amor incipiente,
donde el olor a hierba seca se funde
con los rayos de un sol que abrasa como
un amante enamorado que no puede
medir la fuerza de su amor.
El tiempo ha pasado como un suspiro,
grabando a fuego lento cada instante,
cada minuto, cada lustro hasta completar
una historia, en la certeza que el destino,
a veces, es un camino de ida y vuelta,
donde regresar al origen es como dejarse
llevar por una ola que suavemente te alza
para acompañarte a la orilla en un baño de
espuma blanca que te devuelve a la tierra,
al amor incondicional y a la vida.