Tengo un balancín en la luna
donde nos mecemos cada noche
compartiendo risas, llanto y
amistad.
Con los pies colgando del
asiento, miramos las estrellas
y observamos la Tierra girar.
En el silencio de la noche
abrimos las puertas de nuestra
vida y nos adentramos en los
misterios del alma.
Olvidados secretos, anecdotas y
relatos recordamos, amada hermana,
desde el tiempo del no tiempo;
para, por fin encontrarnos aquí
y escaparnos, tan sólo un instante,
en la oscuridad de la noche, sin que
nadíe nos vea y poder fundirnos en
la inmensidad de la nada, al vaivén
de un balancín.
Regresamos a casa, en tan solo un
suspiro, como adolescentes tardíos,
de nuevo en silencio,casí a hurtadillas,
compartiendo una vida y un trocito de alma.
Un balancín en la luna
Autor: E Bosch. Imagen digital. 400x300mm.