Tu cercana presencía me paraliza.
Evoco recuerdos del pasado y una
constante acude a mí.
Te acercas, me rozas y escoges a
otra.
Pensar en tu nombre nubla mi mente,
soñar con tus labios seca mi boca.
Ese descaro estudiado frena el
impulso de abandonarme a tu suerte.
No hay deseo, no hay pasión,
el miedo borra todo aquello
que siento y ansio.
Quiero acercarme, quiero rozarte,
quiero sentir miedo en las entrañas,
fuego en el cuerpo, fundirme dentro
dentro de tí.
Poco a poco, todo se disuelve.
El deseo, el miedo, el fuego y
el placer se funden en el ahora.
Te acercas, me rozas,
Da igual si escoges a otra.
Ahora, yo soy otra.