De repente todo enmudece y se hace el silencio.
La gente resguardada en sus casas observa atónita como
la ciudad se queda vacía y callada. El miedo se palpa en
el aire mientras los pájaros surgen de la nada rompiendo la
quietud con su canto insolente en medio de una ciudad durmiente,
agotada y sin fuerzas, dando cobijo en su silencio a la vida y a la
muerte.
La mente transita diferentes realidades mientras el silencio se
convierte en una preciada quimera ansiosa por saber en un
instante que todo lo transmuta y transforma.
El silencio poco a poco se abre paso entre dimensiones buscando
su lugar en un escenario de miedo, donde todo cesa , todo es calma y
la incertidumbre se adueña del momento.