LA PRINCESA

La princesa encerrada en la jaula de cristal,
contempla enojada como el dragón se pasea
libremente, moviendo su enorme cola y aplastando
las flores, mientras se pregunta porqué él goza de
la libertad que ella anhela.

La princesa contempla con tristeza los restos de
una flor marchita y seca que esconde entre las
páginas de un libro, recordando cuando ella
paseaba libremente y el dragón habitaba en un
futuro incierto.

Un dulce y casi imperceptible aroma subsiste de
entre los pétalos aplastados y una leve sonrisa se
dibuja en el rostro de la princesa, mientras observa
el dragón, suspirando esperanza en el escaso aire
de la jaula de cristal.

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