GORI

Tu mirada evoca los frescos murales
de una capilla romana, en la que los
ángeles tocan la lira y danzan inertes.

Tu voz acompaña los querubines de la
capilla, materializados en niños inocentes,
que cantan,  elevando el espíritu, llevando
alegria y paz a los corazones.

Tu esencia es la música y tu  alma se
transforma en voz, cada vez que expresa
lo que tu corazón guarda.
Sin más esfuerzo que la fluidez de tu
joven vida, que escogió llenar de amor
a todos los que comparten tu camino.

Tu generosidad llega a todos aquellos que
tienen el privilegio de oirte cantar en el
púlpito de la capilla, sin más decorado que
tu inocencia, tu voz y tu luz.

Deja una respuesta