Con el alma partida y el cuerpo
agotado por el largo viaje del
destino, el tiempo se desdobla
para unir el alma y vivir dos vidas
en un mismo cuerpo.
Dos mundos, dos hemisferios
y el tic-tac del reloj que recuerda
la noche y el día para que la magia
haga desaparecer la distancia y el
tiempo.