Un puente invisible atraviesa el océano marcando
la distancia entre tu continente y el mio.
Un puente invisible atraviesa mi mente en la soledad
de los sueños, dejando que el mar separe nuestro
pasado del futuro y así, poder vivir el presente.
Un puente invisible atraviesa mi corazón en la
certeza de que el mar jamás nos separó. Tu alma
y la mía pertenecen a un solo lugar, a una experiencia,
pertenecen al destino y al amor.
Un puente invisible se derrumba, dejando en las
profundidades la distancia y la separación para
que finalmente nuestra historia se convierta en
todo aquello que quisimos y no fue. Para que
podamos acercarnos de nuevo y vibrar con la
luz que solo contempla el amor.